GOLEADA DE ESPAÑA A HUNGRIA
Goleada de España a Hungria
Festín de España en Córdoba.
Ya que la Selección hizo siete goles a Hungría, que apenas tuvo respuesta.
El balón parado abrió la lata en la primera mitad y cuesta abajo, Fernan sacó la chistera para irse hasta los tres goles.
Noticias felices por todas partes.
Sergio Lozano goleó en homenaje a su padre y el debutante Juan Emilio también se llevó su tanto.
El público de Córdoba tenía los ojos puestos en su paisano Bebe, que disfrutó de la primera ocasión en un mano a mano forzado por Rafa Usín, que había calentado a la grada con un doble caño en la misma jugada.
No pudo superar al meta Marcell Alasztics, que también le sacaría una delicatessen con la cara.
España mandó con la pelota desde el principio aunque, como acostumbra, sacó ventaja en el partido gracias a la estrategia.
Emotivo fue que Sergio Lozano abriese el marcador, fatal como lo ha pasado por la muerte de su padre.
Soltó un derechazo con rosca en una falta directa que dejó atónito al meta húngaro.
Dedicatoria hacia el cielo y gran alegría para la expedición.
Los magiares únicamente avisaron con el talentoso Janos Rabl, al que Jesús Herrero sacó bien un balón por bajo.
El meta del Inter Movistar siempre estuvo en su sitio y taponó otra opción de Komaroni nada más arrancar la segunda parte
No era Bebe el único al que quería ver la afición cordobesa.
Estaba medio Algarinejo viendo en directo a Fernan, que se llevó un golito a la boca al volear con clase un córner puesto en bandeja por Marc Tolrà.
Aplausos en un pabellón que congregó a 3.000 personas.
España recurría al balón parado como arma y sólo así marcaría antes del descanso
,Ademas Aicardo aprovechó la sexta falta húngar desde los diez metros.
Incluso Adolfo se topó con el poste en una acción ensayada.
Fede Vidal lanzó a la arena al debutante Juan Emilio, que mostró un juego muy interesante de espaldas desde el pívot, aunque sufrió defensivamente en algún emparejamiento.
Le sobran carácter y movilidad para estar ahí.
No se olvidará de su estreno, ya que marcó el 4-0 en un fulgurante contragolpe liderado por Jesús Herrero, conducido Lozano hacia Eric Martel y rubricado por el jugador de Peñíscola.
Fue ya en el ecuador de la segunda mitad, en la que Hungria amenazó algo más, aunque siempre daba la sensación de que España mandaba el partido simplemente con su fuerte presión.
Raúl Campos, con un bonito detalle técnico finalizado con la izquierda, logró la manita.
Y el más bonito de todos llegó, para deleite, en una gran acción de Fernan, caño incluido.
El granadino haría el séptimo, su tercero particular, aprovechando el juego de cinco de Hungría.
La grada coreó su nombre. Acabó haciendo la ola.
Faltó el gol de Bebe, que lo intentó hasta el final de todas las maneras.
Hoy toca segundo capítulo en Pozoblanco, con Miguelín y el capitán Ortiz, que se quedaron en la grada guardando fuerzas para lo que viene.